viernes, 4 de marzo de 2011

GUERRA PREVENTIVA

La dirigencia del PSC se ha puesto nerviosa. Está rezumando una agresividad que bien podría emplear contra la derecha, sea “nacionalista” o del P.P. Pero no: calificativos de grueso calibre, como desleal, indigno o cínico los emplea contra un servidor, nadie al fin y al cabo. Y tanto más “naide”, si tomamos en cuenta la cercanía al poder que es el patrón oro con el que ciertas camarillas burocráticas interpretan el mundo.


Veamos los hechos. Dicen que Socialistas x Tenerife van a suscribir una alianza electoral con Nueva Canarias, con el exclusivo objetivo de superar las barreras electorales antidemocráticas que son la columna en la que se apoya el sistema de poder establecido en el Archipiélago. Es una posibilidad que aún no se ha traducido en acuerdos efectivos, es decir en hechos.


Contra esa posibilidad están disparando fuego graneado los Spínolas, J.M. Pérez, Espino y algún que otro comentarista. Y todo ese fuego lo dirigen contra un servidor, desde que se ha hecho público el ofrecimiento de que encabece la candidatura por Tenerife de una coalición formada por Izquierda Unida, Los Verdes y Socialistas x Tenerife. Lo cual no es sino otra posibilidad.


Sin embargo, lo que no son ni meras posibilidades ni conjeturas, son los hechos que ahora las cuento.


Primero, que Nueva Canarias ha suscrito un acuerdo electoral con el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL), exclusivamente referido al Parlamento de Canarias y con el objetivo explícito de sortear las barreras electorales.


Segundo, que Nueva Canarias TIENE un pacto político con el PSOE en Gran Canaria, que ha permitido a José Miguel Pérez ser presidente del cabildo, a pesar de haber perdido las elecciones frente al PP, y a los socialistas gobernar en varios municipios de esa Isla.


Tercero, que el PSOE ha gobernado con el PIL, durante largos años y con las fórmulas más diversas, en las Instituciones de Lanzarote. Precisamente durante los años en que el PIL era dirigido --con libertad o privado de ella—por Dimas Martín.


Cuarto -y esta es una consecuencia inevitable de lo anterior-, quienes únicamente tiene suscritos pactos, o los han mantenido en el pasado PARA GOBERNAR, (no para enfrentarse a una ley antidemocrática sobre la que se ha edificado un sistema de poder oligárquico), son Nueva Canarias y el PSC-PSOE en Gran Canaria y el PIL con el PSOE en Lanzarote.


No soy yo, sino un socialista conejero que me llama cínico, el que figura en los papeles policiales y judiciales haciendo llamadas telefónicas a Dimas Martín, residiendo éste en un edificio público situado en Tahiche.


Todos estos exabruptos de la dirigencia del PSC-PSOE tienen un solo objetivo: disuadir, amedrentar más bien, a los dirigentes del nuevo partido Socialistas x Tenerife, para que ni se les ocurra participar en las elecciones al Parlamento de Canarias por la circunscripción insular de Tenerife, a no ser que sea en solitario; es decir, sin ninguna posibilidad de obtener un escaño aunque los tinerfeños con sus votos les dieran respaldo suficiente.


Spínola y compañía saben perfectamente que la única aspiración de SxTF y de otras opciones tinerfeñas de carácter progresista es la de defender en el Parlamento las políticas que nos han identificado a muchos socialistas tinerfeños que, en el momento del golpe de fuerza perpetrado contra la Ejecutiva Insular, constituíamos la mayoría democráticamente definida en un Congreso.


Y saben también que SxTF, en caso de obtener un escaño, no compartirá con el PIL ni siquiera grupo parlamentario. Así lo han comprometido públicamente sus dirigentes.


Pero quieren aprovecharse, como lo ha venido haciendo ATI desde l996, de un sistema electoral antidemocrático que guillotina el pluralismo de la sociedad canaria, excluyendo del Parlamento a quienes obtienen votos suficientes para estar representados, fuerza la práctica del voto útil y desmoraliza a muchos ciudadanos y a muchas posibles candidaturas a no participar, empujándoles a la abstención.


En fin, quieren salir indemnes del golpe de fuerza que han perpetrado en Tenerife para eliminar obstáculos a su plan de investir a Paulino Rivero como presidente del Gobierno, con tal de “tocar poder”.


Y, valiéndose de la ley electoral que dicen querer cambiar, pero que han pactado en Madrid separar de la reforma del Estatuto de autonomía, para que no se cambie nunca, quieren evitar a toda costa que militantes socialistas y votantes progresistas puedan decirles con el voto a SXTf, que rechazan el golpe contra la democracia interna que asestaron, la irrupción a todo trapo de imputados en las listas socialistas por Tenerife y los pactos que tienen amañados de espaldas a los que han esperado durante mucho tiempo que el PSC sirviera para cambiar no sólo de gobierno sino la política canaria. Pero “no se puede reconstruir Canarias con quienes la han destruido” (José Miguel Pérez). Y mucho menos, poniéndose a la orden de Paulino. Esto lo digo yo.

Total, guerra preventiva. Su finalidad, a la vista. Su origen, el miedo.

Santiago Pérez, La Laguna 3 de marzo de 2011

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