lunes, 28 de marzo de 2011

RENDICIÓN, MEMORIA Y LEALTADES

Spínola anuncia la presentación en la próxima legislatura de una nueva propuesta (de Reforma Electoral) “basada en el acuerdo con CC de 2006”. Así lo reflejaba la prensa, entrecomilladamente, el 1 de marzo. Fue al día siguiente de que CC y PP rechazaran en la Comisión Legislativa la Proposición de Ley que presenté para echar abajo las barreras electorales, auténtica columna vertebral del sistema de poder institucional establecido en Canarias desde hace más de tres lustros. Una democracia sin alternancia. Cada vez más deteriorada.


¿Rescatar el acuerdo de 2006? Eso significa una Capitulación en toda regla. Los socialistas canarios éramos tercera fuerza política en esa legislatura. Que es exactamente a donde va a llevar esta dirigencia al PSC-PSOE, más pronto que tarde. Empezar a hablar de los acuerdos de 2006 es dar por sentado que, en la próxima legislatura, las cosas volverán a ser como antes. Los socialistas en el corral y las aguas tranquilas. El Régimen también.

En ese acuerdo, la bajada de las barreras era sólo hasta el 15%. Es decir, nada. Sin embargo, todos deben saber que los socialistas canarios estábamos conjurados para cambiar a fondo el sistema electoral. Sería durante la tramitación de la Reforma del Estatuto en las Cortes Generales. Tal y como hicieron en 1996 los de CC, aprovechando la debilidad parlamentaria del primer Gobierno Aznar. En ATI-CC presentían que les íbamos a aplicar su propia medicina. Y esa fue la verdadera razón por la que, revalidada la mayoría socialista en las elecciones generales de 2008, forzaron la retirada de la Reforma del Estatuto. Para ATI-CC es mucho más importante el sistema electoral, que le permite reproducirse en el poder, que obtener más competencias o blindar nuestro REF en el Estatuto.

MEMORIA

Estaría encantado de hacer un ejercicio de memoria con Spínola. De memoria de hechos, no de fabulaciones a la medida, ni de relatos manipulados contados de atrás p’alante. No sé si despertarán el interés de alguien, pero puede ser divertido.

Estaría encantado de hacer un inventario de traiciones en el pasado reciente. De complicidades en la descomunal campaña contra Juan Fernando. De encerronas orquestadas para desmoralizarle, de los protagonistas y actores de reparto. De mociones de censuras fraguadas a espaldas de López Aguilar y de la Ejecutiva, como la realizada en La Oliva con el PP de Domingo Glez. Arroyo para obtener la alcaldía para el PSC, o las de La Gomera con tránsfugas, en San Sebastián o en Valle Gran Rey, en este último caso haciendo el PSC alcalde al tránsfuga. Podríamos confeccionar la nómina de quienes bendijeron esos pactos y luego se escabullían, dejando a JFLA sólo e inerme. Sufriendo ataques en su credibilidad por decisiones que no había tomado, ni patrocinado. Ni compartía.

Podríamos --está tirado, la verdad-- hacer recuento de quiénes y a cambio de qué han recibido el apoyo de toda la ristra de cargos socialistas imputados en los congresos, las primarias y hasta para encabezar las candidaturas. Y tienen la caradura de seguir proclamando que quieren cambiar la política. ¡ No me jeringues!

Ese ejercicio de memoria lo hago con frecuencia. Por eso, lecciones de lealtades las justas. Y de alguno que yo me sé, ninguna.

LEALTADES

Me imagino que aceptará que la lealtad al PSOE es algo más que la lealtad a una dirigencia con veleidades golpistas. Que lealtad al PSOE es, ante todo, lealtad a sus valores. Y a los compromisos contraídos en nombre de esos valores. Lealtad a lo que los ciudadanos que nos han votado esperan del PSOE.

No esperan resignación ante un poder desacreditado. No esperan anuncios de que, aunque se ganen las elecciones, se investirá a Paulino como presidente. No esperan almuerzos prenupciales con los de ATI y un grupo de empresarios, en los que se cuchichea sobre lo divino, lo urbano y lo baldío. Ni que los cargos públicos socialistas aprovechen el poder para enriquecerse. O para beneficiar a ciertas amistades peligrosas. Ni que constituyan sociedades a las que aportan, ya que no capital, tráfico de influencias. Ni que, tras dejar el poder, pasen directamente al servicio de empresas a las que han subvencionado generosamente. Nada de eso esperan quienes votan socialista.

Lo confieso. No tengo el menor interés en rebatir apelaciones cuarteleras al patriotismo partidista. Ni tener que justificar por qué uno tiene la obligación de rebelarse contra el golpismo, aunque sea de chochos y moscas, como el que han realizado en Tenerife contra la dirección insular y la agrupación de Santa Cruz, elegidas ambas democráticamente por los militantes del partido. Es un imperativo categórico para todo demócrata. Lo que hay que justificar es el golpismo, no la rebeldía.

Si la política es o debiera ser una actividad noble, querer continuar u optar por quitarse de en medio son opciones legítimas. Lo que no es legítimo es traicionar a los líderes y a las estrategias respaldadas por los canarios o dar golpes de estado de andar por casa, para quitarse de en medio a los militantes que molestaban a ATI-CC, como molestaba Juan Fernando, con la finalidad de colocar algunos consejeros, tocar poder, en un gobierno de continuidad dirigido por los mismos de ahora. Y al final ATI-CC pactará con el PP y los dejará una vez más en la oposición. Completamente desacreditados.

Cada uno es rehén de su propia trayectoria. La mía es conocida. La de otros, sobre todo a la hora de dar la cara en circunstancias difíciles por ese PSOE con cuya invocación se llenan la boca, es más imprecisa. Por eso a algunos nos atacan con saña Zerolo y los machucambos del Régimen. A otros les dedican piropos y les nombran caballeros.

POSDATA

El Portavoz Socialista no presentó ningún escrito expresando formalmente su voluntad de que la Proposición de Ley de Reforma Electoral, rechazada súbitamente en la Comisión Legislativa, fuera debatida y votada en el Pleno. Nada de “exigencias” verbales en la Junta de Portavoces. ¡Por escrito y por el Registro!. Y en el plazo de 48 horas desde la votación en Comisión, que es el reglamentario.

Prefiero no tomarme en serio la sabiduría jurídica spinoliana. Podría dar lugar, si Spínola fuera abogado, a episodios como éste:

Cliente.- Oiga, me han robado el coche. ¿Debo presentar una denuncia?

Abogado Spínola.- A ver…Hmmm. Creo que no.

Cliente.- ¿Y entonces?

Abogado Spínola.- Lo siento. Es que aquí tengo un artículo del Código Penal que dice que hay que presentar una denuncia cuando a uno le roban los faros del coche; pero no dice nada de lo que hay que hacer cuando a uno le roban el coche completo, con faros y todo.

Cliente.- Bueno!....Pues, si veo al ladrón, le diré que me lo devuelva.


Oséase que, según Spínola (si he entendido bien por qué me suspende en Derecho Parlamentario), si en la Comisión Legislativa modifican el Informe de la Ponencia incorporando una enmienda o suprimiendo un artículo, hay que presentar un voto particular para poder defender ante el Pleno el Texto de la Ponencia. Ahora bien: si la mayoría rechaza en la Comisión todo el Informe de la Ponencia para cargarse la Proposición de Ley, entonces no hay nada que hacer. ¡Tá bueno el cuento pa’ creeslo!

Lo que pasa es CC los tiene cogidos por salva sea la parte, vía Madrid. Y, encima, Paulino les dice que “no pintan nada” en las decisiones que toma su partido, que son una “comparsa”, que están en “una posición de debilidad tremenda” (Club Prensa Canaria, 1 de marzo de 2011). Esta es la realidad a la que la ambición y la pusilanimidad de algunos están llevando al Partido Socialista Canario. Lo demás son vainas.

miércoles, 23 de marzo de 2011

¿ TONGO PARLAMENTARIO ?

Finalizando la pasada legislatura, en vísperas de las elecciones de 2007, Coalición Canaria forzó una modificación de la normativa electoral al Parlamento de Canarias para ampliar el plazo de recepción de los votos de los canarios en el exterior.

En el mismo procedimiento rechazaron la tramitación de enmiendas socialistas encaminadas a modificar el sistema electoral, a pesar de que entre las enmiendas y el objeto de la Ley que se tramitaba existía una evidente conexión.

Durante estos días hemos asistido a la triste finalización de una legislatura perdida. El broche del deterioro parlamentario lo pone la “terminación” del trámite de la iniciativa legislativa que presenté, nada más asumir la función de portavoz socialista, para echar abajo las barreras electorales antidemocráticas que sirven de eficaz baluarte defensivo del actual sistema de poder establecido en la Comunidad Autónoma, bajo la hegemonía de Coalición Canaria y, sobre ésta, el predominio político de ATI (permítanme utilizar ésta denominación, que todo el mundo entiende).

La Proposición de Ley, de artículo único, pretendía asimilar las barreras electorales que se aplican en la elección de diputados a la Cámara Autonómica a las que existen en la elección de consejeros de los cabildos insulares, de modo que se contabilicen en la fase de distribución de escaños aquellas candidaturas que hayan obtenido al menos el 5% de los votos válidos en la circunscripción insular, que es la circunscripción electoral al Parlamento de Canarias.

La Proposición de Ley fue tomada en consideración, por unanimidad, por el Pleno del Parlamento. Fue informada favorablemente por el Consejo consultivo de Canarias. Y no fue objeto de ninguna enmienda por parte de los grupos parlamentarios.

El pasado 17 de diciembre, la Ponencia parlamentaria --que todavía no me explico para qué se constituyó, ya que su objeto en el procedimiento legislativo es exclusivamente estudiar las enmiendas presentadas y elaborar un Informe, incorporando unas y rechazando otras, para facilitar el trabajo de la Comisión Legislativa que preparará el debate definitivo ante el Pleno de la Cámara-- acuerda “mantener el texto de la Proposición de Ley en todos sus términos”, al no haberse presentado contra el mismo ninguna enmienda.

En la Comisión Legislativa de Gobernación, CC y el PP votaron en contra del Informe de la Ponencia, con el objeto de impedir su debate y votación ante el Pleno. El presidente del Parlamento ha hecho unas manifestaciones sobre la inoportunidad de debatir un asunto como éste en vísperas de las elecciones, sin caer en la cuenta que el procedimiento legislativo es el más importante, y el que mayores garantías posee, de todos los procedimientos que existen en el Estado de Derecho. Porque es la Ley, fruto de la decisión del órgano que representa a la ciudadanía, la que enmarca la acción del poder judicial y de las Administraciones Públicas. Pero, a estas alturas, lo doy por imposible.

A continuación, el Grupo Parlamentario Socialista debería haber presentado, en el plazo de 48 horas desde que se aprobó el dictamen de la Comisión, un escrito expresando su voluntad de recuperar el Texto de la Proposición de Ley (rechazado por la Comisión) para su defensa ante el Pleno, ejerciendo así su derecho fundamental a participar en la función legislativa y, de paso, reafirmando el orden jurídico establecido en la Constitución, el Estatuto de Autonomía y el Reglamento del Parlamento de Canarias.

Pero, según mis informaciones -- ya que, a partir de la publicación del Informe de la Ponencia, se ha producido un apagón en la información oficial del Parlamento, hasta las 14.00 horas del 22 de marzo en que escribo estas notas-- el grupo Socialista no presentó escrito alguno ¡…¡.

¿Qué está ocurriendo? ¿Qué fasa-Renault, como diría Ramiro Rivas?

Según mi leal saber y entender lo siguiente:

Cuando el portavoz socialista manifestó su intención de reactivar la tramitación de la Proposición de Ley, a la vista del indisimulado propósito de CC y PP de aparcarla para siempre jamás, haciéndola decaer por la finalización de la legislatura, Coalición Canaria puso el grito en el cielo y les espetó con grande aspaviento que ESTÁ PACTADO EN MADRID DEJAR LAS COSAS COMO ESTÁN, además de SEPARAR LA REFORMA ELECTORAL DE LA FUTURA REFORMA DEL ESTATUTO.

Entonces……Entonces llegó el de Lugo, digo el de Blanco…. Y armado en la Gran Canaria con Guanarteme el Converso, mandó a parar. A partir de ahí, al portavoz socialista no le ha quedado otra que hacer como que ha defendido la Proposición de Ley de cara a la galería, por un lado; y, por el otro, a resignarse tocan !. Es lo que ha venido pasando con el Catálogo de Especies Amenazadas y con el acuerdo para separar la Reforma Electoral de la del Estatuto de Autonomía, del que este episodio no es sino un capítulo. Total, TONGO.

AL CAJÓN DE LA BASURA

El 21 de septiembre y el 1 de octubre de 1994 se presentaron las propuestas de Reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias de Coalición Canaria (a través de los Grupos Parlamentarios que la representaban: AIC, ICAN, Centristas, Mixto) y por parte del Grupo Socialista. Coincidían al milímetro en la elevación de las barreras electorales, que ya eran abusivas en el Estatuto de Autonomía de 1982 --del 20% insular y el 3% regional-- al 25% y el 5% respectivamente. Tratándose de propuestas presentadas “autónomamente” por cada Grupo, es evidente que habían llegado a un acuerdo previo sobre este delicado tema.


El Pleno del Parlamento, celebrado el 20 de diciembre de ese año, aprobó por unanimidad la Propuesta de Reforma del Estatuto, cuya Disposición Transitoria 1ª, párrafo 2, incorporaba la subida de las barreras electorales.

Abierto del melón de las barreras para endurecerlas, a Coalición Canaria no le tembló el pulso para subirlas aún más en el Congreso de los Diputados, aprovechando la debilidad parlamentaria del primer gobierno de Aznar. Sí, sí, EN EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS, esa Cámara peninsular que AHORA dicen que no puede entrometerse en las normas electorales al Parlamento de Canarias.

Con esas barreras abusivas, ATI se garantizaba su hegemonía en la recién nacida Coalición Canaria, a la par que obligaba a los partidos insulares a incorporarse a la disciplina de CC para alejar el riesgo de quedarse fuera del Parlamento.

Las barreras no condicionan toda la composición del Parlamento, pero sí la de la mayoría parlamentaria. Que es lo importante, porque de ella depende la formación del Gobierno, su estabilidad, la elección del presidente de la Cámara y la mayoría de la Junta de Portavoces y, por tanto, el control de la agenda legislativa del Parlamento y hasta la actividad de control parlamentario sobre el Gobierno. Es decir, si sumamos la elección parlamentaria de la mayor parte de los miembros del Consejo Consultivo, Consejo de RTVC, Audiencia de Cuentas y la del Diputado del Común, las barreras electorales condicionan la actividad institucional de la Comunidad Autónoma.

Es ese control de la mayoría, que logran legislatura tras legislatura por medio de las barreras, lo que les ha permitido en los últimos años perpetrar maniobras como la de legalizar instalaciones turísticas en suelo rústico, aprovechando un procedimiento de urgencia para adaptar nuestra legislación turística a la Directiva Europea de Servicios; aprobar como Ley el Catálogo de Especies para evitar Informes técnicos y jurídicos, sortear la participación ciudadana y de la Comunidad científica y evitar Recursos. O tirar al cajón de la basura, por la cara y sin retratarse en una votación ante la ciudadanía, la Proposición de Ley sobre las barreras electorales.

Es tan esencial para el Régimen el mantenimiento de esa coraza que, el 18 de octubre de 2010, aprovechando otra vez la debilidad parlamentaria del Gobierno estatal y el desdén de los actuales dirigentes federales del PSOE con el trabajo de los socialistas canarios y, lo que es mucho más grave, con las demandas democráticas de la sociedad canaria, Coalición Canaria les ha arrancado el compromiso (en MADRID) de separar la futura reforma del Estatuto de la Reforma electoral, para que ésta no se haga nunca. Un bofetón a los socialistas canarios, como afirmó su Eminencia Reverendísima, Jerónimo Saavedra.

Pero ese compromiso no terminaba ahí. También implicaba que los socialistas canarios dejaran en la cuneta la Proposición de Ley en trámite que presenté en abril de 2009, desde que asumí las funciones de portavoz parlamentario del Grupo Socialista. Y lo que ha ocurrido en los últimos meses es una mala teatralización de este compromiso, que deja a la dirigencia socialista canaria actual tan maltrecha con en el caso de la Ley del Catálogo de Especies Amenazadas.

Veamos. La Proposición de Ley para reducir al 5% las barreras electorales, fue tomada en consideración por unanimidad. No se presentó, a pesar de haberse concedido varias prórrogas del plazo, ninguna enmienda contra el Texto. Se constituyó una Ponencia, en el seno de la Comisión Legislativa, sin objeto: ya que no había enmiendas que examinar. La Ponencia dio luz verde al Texto de la Proposición. Se convocó la Comisión para emitir un Dictamen sin objeto real, ya que no había enmiendas en trámite que pudieran incorporarse, modificándolo, al Informe de la Ponencia. Pero he aquí que, en la Comisión, Coalición Canaria y Partido Popular votan en contra del Informe de la Ponencia dictaminando el rechazo a la Proposición de Ley.

El Grupo Socialista, en buena lógica parlamentaria y por aplicación del artículo 134.1 del Reglamento de la Cámara, tendría que haber presentado en el plazo de 48 horas un escrito de voto particular asumiendo la Proposición de Ley para su defensa ante el Pleno, posibilitando su debate y votación, que es la última fase del procedimiento legislativo en cualquier Parlamento del universo democrático. Pero, por lo que se ve, no en Canarias.

Sin embargo, no me consta que el Grupo Socialista formulara ningún voto particular. Por eso, cuando Antonio Castro se ha negado, con el apoyo de la mayoría de la Mesa y de la Junta de Portavoces, ha incluir en el Orden del Día del Pleno la Proposición de Ley para desarmar las barreras electorales y democratizar la elección del Parlamento de Canarias, el portavoz socialista, inerme y rehén de los acuerdos entre Pepe Blanco, José Antonio Alonso, Ana Oramas, Paulino Rivero y Cía., ha escenificado unos pucheritos de disgusto y a otra cosa mariposa.

El portavoz socialista me había sustituido como ponente de la Proposición de Ley, a pesar de ser el autor de la misma, el 22 de noviembre pasado. Fue a raíz de tener conocimiento de lo que se había cocinado en Madrid. Porque sabía lo que se le venía encima y el papelón que le tocaba al Grupo Socialista del Parlamento de Canarias, convertido por la dirigencia actual del PSC-PSOE en mera sucursal de Madrid. A mayor gloria de ATI-CC, que luego se ríe con la cantaleta de siempre: ¡lo ven! ¡los del Partido Socialista y los del PP en Canarias son unos simples mandados de sus jefes de Madrid!.

Menos mal que José Miguel Pérez SIENTE CANARIAS. Porque si no llega a Sentir Canarias, que Dios nos coja confesados!!!

viernes, 4 de marzo de 2011

A la atención de don Marcelino Iglesias

Estimado Secretario Federal de Organización:

Te remito la presente para comunicarte una decisión que he meditado profundamente. Se trata de mi baja como militante del Partido Socialista Obrero Español. Después de largos años de militancia en los que he tenido el honor de defender y representar al PSCanario-PSOE, me siento en la obligación de darme de baja y lo hago efectivamente por medio de esta carta.

Las razones están ligadas a las circunstancias que he tenido que vivir en los últimos tiempos, especialmente durante la etapa en la que ha liderado el PSC-PSOE López Aguilar, al que he apoyado en todo momento. Me ha parecido verdaderamente intolerable que buena parte de quienes han dirigido el Partido en Canarias durante largos años se sumaran a una campaña de acoso y derribo, promovida por nuestros adversarios políticos y los sectores sociales a quienes representan, contra el líder que tuvo la osadía de encabezar un proyecto vigoroso de cambio que concitó el respaldo de la mayoría de los canarios en las elecciones de 2007. Pero este comportamiento y estas complicidades no eran nuevos. Simplemente se acentuaron, con toda la orquestación facilitada por un “Régimen” que se sintió realmente amenazado.

Otros ya habíamos vivido situaciones parecidas. Me ocurrió a mí mismo cuando lideré la candidatura que ganó las elecciones en el municipio de La Laguna, al borde de la mayoría absoluta en las elecciones municipales de 1999, muy difíciles para el PSOE en toda España. Y cuando, a partir del año 2000, desempeñé la Secretaría General de los socialistas tinerfeños. Los mismos ataques, las mismas complicidades, frente a una política básicamente coincidente con la representada por Juan Fernando.

No obstante, el detonante más reciente de esta decisión han sido las injustificadas destituciones de la Ejecutiva Insular de Tenerife y de la Ejecutiva Municipal de Santa Cruz de Tenerife, así como la suspensión de actividad orgánica de esta Agrupación Local. Con estas medidas inauguraste tu etapa como Secretario Federal de Organización, adoptando una Resolución que tu antecesora, Leyre Pajín, conocedora del panorama del PSC-PSOE, se resistió a tomar, a pesar de las presiones de Pepe Blanco y de los actuales dirigentes del Partido en Canarias.

Pero las cosas no ocurren por capricho. Y el trasfondo no puede ser más desilusionante. El Partido Socialista Canario está cambiando de rumbo, para volver a donde siempre. A una actitud de resignación que, durante largos años, nos ha impedido ganar elecciones y, además, eso que algunos llaman “tocar poder”. Porque se han puesto en práctica todas las formulaciones posibles del pragmatismo político y, a la hora de la verdad, las dos derechas canarias siempre se entienden. Porque no sólo coinciden en lo esencial, al margen del lenguaje “nacionalista” o “españolista” que adopten, sino que se complementan territorialmente en el Archipiélago.

Podría extenderme relatando mis propias vivencias y cómo he soportado mientras he sido portavoz del Grupo Parlamentario Socialista Canario, sin el menor respaldo efectivo de la dirigencia, una interminable campaña injuriosa desde el periódico El Día, de gran difusión en el Archipiélago, por haber tenido el atrevimiento de denunciar un importante asunto de corrupción, el caso Las Teresitas, auténtica radiografía del complejo empresarial-institucional que tiene colonizadas las Instituciones tinerfeñas desde hace demasiado tiempo. Al final he tenido que defenderme por mi propia mano, al no habérseme prestado la protección a la que estatutariamente tiene derecho todo militante socialista.

Pero, en fin, si tan poco interés se ha tenido en resolver, con arreglo a los principios democráticos y federales proclamados solemnemente en los Estatutos del PSOE, la situación del Partido en Tenerife y proteger los derechos de participación política de sus militantes, es un poco ocioso que siga adelante.

Estoy cada vez más convencido de que el trabajo de los socialistas canarios en los asuntos de la política canaria, y las expectativas puestas en nosotros por los canarios como factor de democratización y de cambio real, no deben ser objeto de transacción por circunstancias coyunturales de la política española. En estos casos, la negociación y las contrapartidas deben tener como objeto asuntos concernientes a la propia política nacional y sus prioridades.

Los recientes compromisos con Coalición Canaria para separar la reforma del antidemocrático sistema electoral al Parlamento de Canarias, verdadera piedra angular del sistema de poder vigente en el Archipiélago, y para que no se interpusiera por el Estado un recurso de inconstitucionalidad contra la Ley de Catálogo Canario de Especies Amenazadas, son claros ejemplos de lo que nunca debió ocurrir.

Continuaré defendiendo los principios y valores que me llevaron, un día ya lejano, al Partido Socialista. Y mucho antes, casi un muchacho, a la militancia activa en la izquierda antifranquista. No es fácil dejar de pertenecer formalmente a un colectivo humano que ha protagonizado los más importantes avances de la España contemporánea y a cuya tarea he dedicado mis mejores energías e ilusiones.

Un cordial saludo, Santiago Pérez García, Agrupación Socialista de La Laguna.

Tenerife, 3 de marzo de 2011

GUERRA PREVENTIVA

La dirigencia del PSC se ha puesto nerviosa. Está rezumando una agresividad que bien podría emplear contra la derecha, sea “nacionalista” o del P.P. Pero no: calificativos de grueso calibre, como desleal, indigno o cínico los emplea contra un servidor, nadie al fin y al cabo. Y tanto más “naide”, si tomamos en cuenta la cercanía al poder que es el patrón oro con el que ciertas camarillas burocráticas interpretan el mundo.


Veamos los hechos. Dicen que Socialistas x Tenerife van a suscribir una alianza electoral con Nueva Canarias, con el exclusivo objetivo de superar las barreras electorales antidemocráticas que son la columna en la que se apoya el sistema de poder establecido en el Archipiélago. Es una posibilidad que aún no se ha traducido en acuerdos efectivos, es decir en hechos.


Contra esa posibilidad están disparando fuego graneado los Spínolas, J.M. Pérez, Espino y algún que otro comentarista. Y todo ese fuego lo dirigen contra un servidor, desde que se ha hecho público el ofrecimiento de que encabece la candidatura por Tenerife de una coalición formada por Izquierda Unida, Los Verdes y Socialistas x Tenerife. Lo cual no es sino otra posibilidad.


Sin embargo, lo que no son ni meras posibilidades ni conjeturas, son los hechos que ahora las cuento.


Primero, que Nueva Canarias ha suscrito un acuerdo electoral con el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL), exclusivamente referido al Parlamento de Canarias y con el objetivo explícito de sortear las barreras electorales.


Segundo, que Nueva Canarias TIENE un pacto político con el PSOE en Gran Canaria, que ha permitido a José Miguel Pérez ser presidente del cabildo, a pesar de haber perdido las elecciones frente al PP, y a los socialistas gobernar en varios municipios de esa Isla.


Tercero, que el PSOE ha gobernado con el PIL, durante largos años y con las fórmulas más diversas, en las Instituciones de Lanzarote. Precisamente durante los años en que el PIL era dirigido --con libertad o privado de ella—por Dimas Martín.


Cuarto -y esta es una consecuencia inevitable de lo anterior-, quienes únicamente tiene suscritos pactos, o los han mantenido en el pasado PARA GOBERNAR, (no para enfrentarse a una ley antidemocrática sobre la que se ha edificado un sistema de poder oligárquico), son Nueva Canarias y el PSC-PSOE en Gran Canaria y el PIL con el PSOE en Lanzarote.


No soy yo, sino un socialista conejero que me llama cínico, el que figura en los papeles policiales y judiciales haciendo llamadas telefónicas a Dimas Martín, residiendo éste en un edificio público situado en Tahiche.


Todos estos exabruptos de la dirigencia del PSC-PSOE tienen un solo objetivo: disuadir, amedrentar más bien, a los dirigentes del nuevo partido Socialistas x Tenerife, para que ni se les ocurra participar en las elecciones al Parlamento de Canarias por la circunscripción insular de Tenerife, a no ser que sea en solitario; es decir, sin ninguna posibilidad de obtener un escaño aunque los tinerfeños con sus votos les dieran respaldo suficiente.


Spínola y compañía saben perfectamente que la única aspiración de SxTF y de otras opciones tinerfeñas de carácter progresista es la de defender en el Parlamento las políticas que nos han identificado a muchos socialistas tinerfeños que, en el momento del golpe de fuerza perpetrado contra la Ejecutiva Insular, constituíamos la mayoría democráticamente definida en un Congreso.


Y saben también que SxTF, en caso de obtener un escaño, no compartirá con el PIL ni siquiera grupo parlamentario. Así lo han comprometido públicamente sus dirigentes.


Pero quieren aprovecharse, como lo ha venido haciendo ATI desde l996, de un sistema electoral antidemocrático que guillotina el pluralismo de la sociedad canaria, excluyendo del Parlamento a quienes obtienen votos suficientes para estar representados, fuerza la práctica del voto útil y desmoraliza a muchos ciudadanos y a muchas posibles candidaturas a no participar, empujándoles a la abstención.


En fin, quieren salir indemnes del golpe de fuerza que han perpetrado en Tenerife para eliminar obstáculos a su plan de investir a Paulino Rivero como presidente del Gobierno, con tal de “tocar poder”.


Y, valiéndose de la ley electoral que dicen querer cambiar, pero que han pactado en Madrid separar de la reforma del Estatuto de autonomía, para que no se cambie nunca, quieren evitar a toda costa que militantes socialistas y votantes progresistas puedan decirles con el voto a SXTf, que rechazan el golpe contra la democracia interna que asestaron, la irrupción a todo trapo de imputados en las listas socialistas por Tenerife y los pactos que tienen amañados de espaldas a los que han esperado durante mucho tiempo que el PSC sirviera para cambiar no sólo de gobierno sino la política canaria. Pero “no se puede reconstruir Canarias con quienes la han destruido” (José Miguel Pérez). Y mucho menos, poniéndose a la orden de Paulino. Esto lo digo yo.

Total, guerra preventiva. Su finalidad, a la vista. Su origen, el miedo.

Santiago Pérez, La Laguna 3 de marzo de 2011