Spínola anuncia la presentación en la próxima legislatura de una nueva propuesta (de Reforma Electoral) “basada en el acuerdo con CC de 2006”. Así lo reflejaba la prensa, entrecomilladamente, el 1 de marzo. Fue al día siguiente de que CC y PP rechazaran en la Comisión Legislativa la Proposición de Ley que presenté para echar abajo las barreras electorales, auténtica columna vertebral del sistema de poder institucional establecido en Canarias desde hace más de tres lustros. Una democracia sin alternancia. Cada vez más deteriorada.
¿Rescatar el acuerdo de 2006? Eso significa una Capitulación en toda regla. Los socialistas canarios éramos tercera fuerza política en esa legislatura. Que es exactamente a donde va a llevar esta dirigencia al PSC-PSOE, más pronto que tarde. Empezar a hablar de los acuerdos de 2006 es dar por sentado que, en la próxima legislatura, las cosas volverán a ser como antes. Los socialistas en el corral y las aguas tranquilas. El Régimen también.
En ese acuerdo, la bajada de las barreras era sólo hasta el 15%. Es decir, nada. Sin embargo, todos deben saber que los socialistas canarios estábamos conjurados para cambiar a fondo el sistema electoral. Sería durante la tramitación de la Reforma del Estatuto en las Cortes Generales. Tal y como hicieron en 1996 los de CC, aprovechando la debilidad parlamentaria del primer Gobierno Aznar. En ATI-CC presentían que les íbamos a aplicar su propia medicina. Y esa fue la verdadera razón por la que, revalidada la mayoría socialista en las elecciones generales de 2008, forzaron la retirada de la Reforma del Estatuto. Para ATI-CC es mucho más importante el sistema electoral, que le permite reproducirse en el poder, que obtener más competencias o blindar nuestro REF en el Estatuto.
MEMORIA
Estaría encantado de hacer un ejercicio de memoria con Spínola. De memoria de hechos, no de fabulaciones a la medida, ni de relatos manipulados contados de atrás p’alante. No sé si despertarán el interés de alguien, pero puede ser divertido.
Estaría encantado de hacer un inventario de traiciones en el pasado reciente. De complicidades en la descomunal campaña contra Juan Fernando. De encerronas orquestadas para desmoralizarle, de los protagonistas y actores de reparto. De mociones de censuras fraguadas a espaldas de López Aguilar y de la Ejecutiva, como la realizada en La Oliva con el PP de Domingo Glez. Arroyo para obtener la alcaldía para el PSC, o las de La Gomera con tránsfugas, en San Sebastián o en Valle Gran Rey, en este último caso haciendo el PSC alcalde al tránsfuga. Podríamos confeccionar la nómina de quienes bendijeron esos pactos y luego se escabullían, dejando a JFLA sólo e inerme. Sufriendo ataques en su credibilidad por decisiones que no había tomado, ni patrocinado. Ni compartía.
Podríamos --está tirado, la verdad-- hacer recuento de quiénes y a cambio de qué han recibido el apoyo de toda la ristra de cargos socialistas imputados en los congresos, las primarias y hasta para encabezar las candidaturas. Y tienen la caradura de seguir proclamando que quieren cambiar la política. ¡ No me jeringues!
Ese ejercicio de memoria lo hago con frecuencia. Por eso, lecciones de lealtades las justas. Y de alguno que yo me sé, ninguna.
LEALTADES
Me imagino que aceptará que la lealtad al PSOE es algo más que la lealtad a una dirigencia con veleidades golpistas. Que lealtad al PSOE es, ante todo, lealtad a sus valores. Y a los compromisos contraídos en nombre de esos valores. Lealtad a lo que los ciudadanos que nos han votado esperan del PSOE.
No esperan resignación ante un poder desacreditado. No esperan anuncios de que, aunque se ganen las elecciones, se investirá a Paulino como presidente. No esperan almuerzos prenupciales con los de ATI y un grupo de empresarios, en los que se cuchichea sobre lo divino, lo urbano y lo baldío. Ni que los cargos públicos socialistas aprovechen el poder para enriquecerse. O para beneficiar a ciertas amistades peligrosas. Ni que constituyan sociedades a las que aportan, ya que no capital, tráfico de influencias. Ni que, tras dejar el poder, pasen directamente al servicio de empresas a las que han subvencionado generosamente. Nada de eso esperan quienes votan socialista.
Lo confieso. No tengo el menor interés en rebatir apelaciones cuarteleras al patriotismo partidista. Ni tener que justificar por qué uno tiene la obligación de rebelarse contra el golpismo, aunque sea de chochos y moscas, como el que han realizado en Tenerife contra la dirección insular y la agrupación de Santa Cruz, elegidas ambas democráticamente por los militantes del partido. Es un imperativo categórico para todo demócrata. Lo que hay que justificar es el golpismo, no la rebeldía.
Si la política es o debiera ser una actividad noble, querer continuar u optar por quitarse de en medio son opciones legítimas. Lo que no es legítimo es traicionar a los líderes y a las estrategias respaldadas por los canarios o dar golpes de estado de andar por casa, para quitarse de en medio a los militantes que molestaban a ATI-CC, como molestaba Juan Fernando, con la finalidad de colocar algunos consejeros, tocar poder, en un gobierno de continuidad dirigido por los mismos de ahora. Y al final ATI-CC pactará con el PP y los dejará una vez más en la oposición. Completamente desacreditados.
Cada uno es rehén de su propia trayectoria. La mía es conocida. La de otros, sobre todo a la hora de dar la cara en circunstancias difíciles por ese PSOE con cuya invocación se llenan la boca, es más imprecisa. Por eso a algunos nos atacan con saña Zerolo y los machucambos del Régimen. A otros les dedican piropos y les nombran caballeros.
POSDATA
El Portavoz Socialista no presentó ningún escrito expresando formalmente su voluntad de que la Proposición de Ley de Reforma Electoral, rechazada súbitamente en la Comisión Legislativa, fuera debatida y votada en el Pleno. Nada de “exigencias” verbales en la Junta de Portavoces. ¡Por escrito y por el Registro!. Y en el plazo de 48 horas desde la votación en Comisión, que es el reglamentario.
Prefiero no tomarme en serio la sabiduría jurídica spinoliana. Podría dar lugar, si Spínola fuera abogado, a episodios como éste:
Cliente.- Oiga, me han robado el coche. ¿Debo presentar una denuncia?
Abogado Spínola.- A ver…Hmmm. Creo que no.
Cliente.- ¿Y entonces?
Abogado Spínola.- Lo siento. Es que aquí tengo un artículo del Código Penal que dice que hay que presentar una denuncia cuando a uno le roban los faros del coche; pero no dice nada de lo que hay que hacer cuando a uno le roban el coche completo, con faros y todo.
Cliente.- Bueno!....Pues, si veo al ladrón, le diré que me lo devuelva.
Oséase que, según Spínola (si he entendido bien por qué me suspende en Derecho Parlamentario), si en la Comisión Legislativa modifican el Informe de la Ponencia incorporando una enmienda o suprimiendo un artículo, hay que presentar un voto particular para poder defender ante el Pleno el Texto de la Ponencia. Ahora bien: si la mayoría rechaza en la Comisión todo el Informe de la Ponencia para cargarse la Proposición de Ley, entonces no hay nada que hacer. ¡Tá bueno el cuento pa’ creeslo!
Lo que pasa es CC los tiene cogidos por salva sea la parte, vía Madrid. Y, encima, Paulino les dice que “no pintan nada” en las decisiones que toma su partido, que son una “comparsa”, que están en “una posición de debilidad tremenda” (Club Prensa Canaria, 1 de marzo de 2011). Esta es la realidad a la que la ambición y la pusilanimidad de algunos están llevando al Partido Socialista Canario. Lo demás son vainas.